The Legend of Zelda - Esto que brilla es oro.

 

Finales de los 80's... Qué gran época. Entre tanto que pasaba en esa década, los videojuegos llegaron a mí en diversas formas, en casa, por el Atari 2600, pero fuera de casa por Arcades, Commodores y algunas computadoras personales que tuve la suerte de probar, pero nada, NADA, igualaría ese sentimiento de realmente desear algo, como lo tuve la primera vez que ví un Nintendo Entertainment System. Bueno, al menos eso creí, jajaja.

Tuve la fortuna de que mi Papá, Don Josue, nos paseaba mucho, el viejo tenía un buen gusto y mientras su economía lo permitía, anduvimos por los mejores rincones de la ciudad. Liverpool siempre será parte de mis grandes memorias porque fue ahí donde conocí el NES, mi Papá gustaba comprar ropa en Robert's, que estaba en la Plaza Galerías Monterrey y gracias a los benditos 80's me dejaban vagar a gusto. 

La hermandad que se vivía alrededor de la consola demo del NES que estaba en un kiosko de Liverpool era algo impresionante, niños de todo tipo y clase social permanecían hipnotizados por el hermoso CRT que desplegaba esas impresionantes imágenes que pisoteaban lo que alguna vez soñaste era el futuro en un Atari 2600. Esa hipnósis estaba secundada por una vibra amistosa, como si fuera un culto, el culto de los Nintendos.

Entre los cartuchos que estaban disponibles, sobresalía una misteriosa caja dorada, esa hermosa caja era todo un enigma para mí, tenía una ventana que dejaba ver otra capa de dorado metálico que la volvía extravagante. Lo primero que me vino a la mente fue un juego de calabozos y dragones, lo que sería la nueva generación del mítico Adventure, para 2600. Durante mucho tiempo no supe de que trataba ese mítico juego, no tenía NES y no tenía amigos que lo tuvieran, pero cuando tuviera NES, o dinero, sería lo primero que compraría.

El tiempo pasó y con él, llegaron las revistas de videojuegos a Sanborns. Hojeando esas maravillosas publicaciones, pude indagar un poco más de lo que era The Legend of Zelda, o Zelda, como lo llamábamos. Finalmente en una navidad posterior, llegó el NES a mi casa. Fue un momento sublime, era algo que esperaba tanto, y llegó de forma espectacular, Papá me compró el NES Power Set, con la Zapper y el Power Pad. Estaba en el paraíso.

Mi siguiente objetivo era obtener el Zelda. No me dolió entregar mi Atari con todos los cartuchos que tenía por un cartucho dorado de The Legend of Zelda. Estaba extasiado. No me importó que no tuviera caja, lo que quería era jugarlo. Cuando inserté el cartucho en mi NES y vi esa intro, que me parecía espectacular, ver todos los items que podías obtener del juegos, esa cascada y la espada me hicieron catapultarme a otro plano astral.

Jugar The Legend of Zelda ha sido la experiencia más gratificante que he tenido con videojuegos, tuve la fortuna de compartir con amigos los avances y los secretos que descubrimos, sin esa convivencia, era complicado terminar el juego, era realmente algo diferente, no era habilidad, era necesaria una combinación de creatividad y audacia, realmente abrió el camino para muchos géneros.

Tristemente, no encontré The Legend of Zelda en caja ... tuve solo el cartucho. Por cosas de la vida estuve retirado de los videojuegos unos años hasta finales de los 90's, donde regresé al vicio y empezó una etapa como coleccionista. Mi primer objetivo: Obtener un Zelda completo.

Las cosas no iban bien, mucha gente regalaba o tiraba las cajas y en esa época hubo una transición a nuevas generaciones, lo que pudo ser sencillo, se tornó en algo complejo. Finalmente descubrí eBay, que tenía poco tiempo de operar y no era común que enviaran a México, de hecho tuve muchas malas experiencias con paquetes perdidos, con Zeldas completos perdidos.

Pero llegó. Una copia en relativamente buen estado, con su manual, mapa, libro de secretos ... todo estaba ahí, y era simplemente hermoso. Después de eso, empezaron a llegar rápido más y más Zeldas completos, parecía que ese primer Zelda completo que tuve atrajo muchos más, jajaja.

En retrospectiva, sigo pensando que es un diseño de empaque maravilloso, el mejor de la historia de los videojuegos y mi favorito de todos los tiempos.