MADRE 2 - Earthbound

No recuerdo en que momento me volví tan casual... pero seguramente así he sido toda mi vida. Siempre he preferido conocer más, con cierto detalle, que conocer una cosa completamente a fondo. Nunca podré decir que soy un coleccionista, eso sería humillante para lo que verdaderamente dedican su cuerpo y alma a ese hermoso objetivo de tener todo.

Pero, sí, siempre un pero, he tenido tanta fortuna y tanto empeño en las cosas que hago en mi vida, que me han llevado a grandes momentos, muchos de ellos enfocados al coleccionismo de videojuegos. Pocos momentos de tanta emoción como mi primera copia completa de Earthbound.

En mi etapa de universitario siempre tuve recursos monetarios muy limitados, por lo que tuve que hacerme de habilidades para obtener los juegos a una fracción del precio y la pasión con la que siempre comenté de este hermoso vicio me llevó a conocer a mucha gente que me ayudó a obtener grandes preseas en la historia de los videojuegos.

Ya tenía una copia de Earthbound, pero solamente cartucho, ya conocía la famosa caja grande, ya había un mito de este juego en mi mente, creado por diversos artículos en revisas de videojuegos, Earthbound ya estaba en la mira, era uno de mis más grandes objetivos.

El día menos esperado de mi vida, estuve caminando por los pasillos de una plaza comercial del poniente de Monterrey, una plaza en etapa inicial de abandono; no recuerdo por qué estuve ahí en ese preciso momento, pero era un puesto que ya había visitado y aunque tenía cosas interesantes, no era de videojuegos, eran electrónicos y cosas aleatorias, como cables, accesorios de bocinas, etc., 

Debo agradecer a mi padre, DEP, esta tremenda visión. No me detuve tal cual a ver lo que tenía el puesto, simplemente pasé y mi cerebro mandó una clara alerta. En una repisa en alto mi cerebro detectó una fracción de una caja negra que asimiló con videojuegos, ya saben, ese negro de los cajas de Super Nintendo era imperdible, tenía gran presencia. Obviamente me regresé y vi a detalle... carajo, en ese instante se me heló la sangre.

Sí, era Earthbound.

El fantástico mito estaba frente a mi, con una caja en, relativamente, buen estado, mi mente se catapultó al infinito y entró en un estado de adrenalina. Con voz clara, sin emoción alguna, disociado del espectacular hecho, pregunté:

"Buenas tardes, ¿Me puede mostrar esa caja?". La vendedora asintió y me dijo: "Se lo dejo en 70 (pesos mexicanos)".

Oculté la enorme sonrisa que estaba dibujada en mi alma, saqué el dinero y pagué. Al momento de tener la caja en mis manos, vi otra caja que me estaba hablando, era un cable de video RGB para Playstation (1), en caja, obviamente versión japonesa, no existía otro. Pero no tuve la agallas de preguntar el precio, ya había ganado, ya quería ver que estaba dentro de la hermosa caja. Así que me fui, no abrí el juego, tomé 2 autobuses para llegar a mi casa y en un poco más de una hora de trayecto, llegué a casa.

No comí, me fui directo al altar. Abrí la caja ... y sí, una bella copia completa de Earthbound. El cartucho aún con su bolsa original, inmaculado.